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Aprendizaje basado en el juego




¿Alguna vez te has preguntado cómo aprenden tus hijos?


¿Quisieras saber si están desarrollando las destrezas que necesitan para desenvolverse en la sociedad?


Para obtener las respuestas a estas preguntas, es necesario que hagas la siguiente reflexión: ¿qué tanto juegan mis hijos?



El juego juega un rol fundamental en el proceso de aprendizaje de los niños y es necesario para desarrollar las destrezas que tus hijos necesitarán a largo plazo. Primero, debemos aclarar que cuando hablamos de aprendizaje nos referimos al desarrollo de destrezas, aptitudes y habilidades que cada persona necesita para desenvolverse en la sociedad. Hacemos la aclaración de “cada persona” porque es importante que no perdamos de vista la individualidad de cada uno, lo cual nos permite comprender que lo que yo necesito, no necesariamente es lo que otro necesite. Al entender que el aprendizaje es un proceso que implica tener experiencias significativas que me permitan obtener una mayor comprensión del mundo que nos rodea y desarrollar destrezas sociales, emocionales y cognitivas, estamos listos para comprender el rol que tiene el juego en dicho proceso.

En una frase, Kay Redfield, logró resumir la importancia del juego en la vida de los niños: “Los niños necesitan tiempo y espacio para jugar. Jugar no es un lujo, es una necesidad”. Al pensar en el juego, las personas tienden a asociarlo como un tiempo de ocio y recreación. Si bien esto es cierto, no podemos descartar todo lo que se esconde detrás de estas interacciones libres y lúdicas que los niños mantienen. Los resultados obtenidos de las investigaciones realizadas a través de los años en torno al juego de los niños nos permiten comprender que jugar formar parte vital de su desarrollo. El juego, es el medio natural a través del cual los niños logran conocer y comprender el mundo que les rodea; es ahí donde encuentran respuesta a sus dudas e inquietudes. Durante el juego, el niño tiene una alta motivación por participar, mantiene un rol activo y protagónico. No hay instrucciones dadas por un adulto que determine cómo se deben hacer las cosas, por el contrario, el niño puede decidir en base a sus dudas e intereses lo que quiere hacer y cómo hacerlo. De esta manera, empieza a desarrollar la capacidad de elegir y fomenta su independencia. Tal y como mencionamos al inicio, es importante respetar la individualidad de cada niño y confiar en que, de manera natural, en el juego pueden desarrollar las habilidades y destrezas que cada uno, de manera particular, necesita desarrollar.

En el juego, el niño se siente libre, no existe el temor al fracaso ni la presión por una evaluación, lo cual le permite estar confiado y seguro para descubrir lo que ama, para explorar, aprender y pensar. Es así como se potencializa el desarrollo cognitivo en el juego: a través de la toma de decisiones, lo cual fomenta el pensamiento crítico; buscar solución a un problema, mientras se desarrolla el pensamiento fluido y destrezas de pensamiento. Todas las experiencias del juego promueven el aprendizaje, por ejemplo: la imaginación y creatividad que implica crear una construcción da paso a la experimentación, lo cual facilita el desarrollo de las destrezas necesarias para la ciencia: observación, plantear una hipótesis, ponerla a prueba, buscar nuevas alternativas cuando la primera no funciona, etc.

Por último, es importante reconocer la importancia que tiene el juego en el desarrollo social y emocional de los niños. En el juego, tienen la oportunidad de aprender a regular su cuerpo y sus emociones; viven experiencias que dan paso a las interacciones sociales, lo cual permite que se desarrollen la empatía, la solidaridad y las destrezas necesarias para aprender a trabajar en equipo.

El juego es el medio natural por el cual los niños aprenden, ya que en el viven experiencias que dan paso al desarrollo de las destrezas cognitivas, emocionales y sociales. Promover el aprendizaje a través del juego nos permite fomentar la seguridad, independencia y autonomía de los niños. A continuación, compartimos algunos tips sobre cómo usar el juego a favor del desarrollo de los niños:


  • Fomenta el juego libre, de manera que tu hijo tenga la oportunidad de decidir a qué quiere jugar y cómo quiere hacerlo.


  • Promueve el juego en espacios abiertos y al aire libre, esto permitirá tener un contacto directo con la naturaleza, lo cual da paso a experiencias que permitan responder dudas e inquietudes sobre el mundo que les rodea.


  • Presenta materiales de fin abierto, permite que tu hijo explore con materiales no convencionales que fomenten la creatividad y la imaginación. Algunas ideas de este tipo de materiales son recursos reciclados (botellas, cartón de huevos, corchos, botones, piezas sueltas), cajas, telas, etc.


  • Provee los medios para que pueda jugar con otros niños de manera libre, de esta manera fomentará habilidades y destrezas sociales.


  • Fomenta el juego de construcción, experimentación y exploración, estas experiencias reta la imaginación y promueve el desarrollo de destrezas cognitivas.


Escrito por Maria L. Piña







Licenciada  en Psicología Clínica,  Maestría en Educación Especial de la Universidad Complutense de Madrid.  Se ha desempeñado como terapeuta conductual de niños con autismo y maestra titular en nivel inicial. Actualmente es fundadora del programa My Learning Spot y es profesora en Kids Create School






 


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