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Principios para promover un desarrollo infantil saludable

Las primeras experiencias de la vida que tienen los niños desde que nacen y durante el

período prenatal, y el ambiente en que estas experiencias se desarrollan, influyen en el desarrollo de sus habilidades a largo plazo, afectando sus capacidades de aprendizaje, comportamiento, salud física y mental. Es decir, estas experiencias tempranas dejan secuelas, ya sean positivas o negativas, a lo largo de toda la vida.


El Centro del Niño en Desarrollo de la Universidad de Harvard (2017), explica tres principios fundamentales para favorecer el desarrollo de los niños, niñas y sus familias. Estos son:



1. Apoyar las relaciones receptivas entre niños y adultos:

Las relaciones receptivas son interacciones que se basan en un continuo de dar y recibir. Son experiencias en las que los adultos se adaptan al estilo único del niño, en sus intereses, capacidades e iniciativa que dan forma a la autoconciencia del niño y ayudan a construir su resiliencia. Cuando los adultos modelan relaciones receptivas están ayudando a los niños a convertirse en padres sanos y receptivos en un futuro.


2. Fortalecer las habilidades de autorregulación y funciones ejecutivas.

Las habilidades de autorregulación y las funciones ejecutivas son los procesos mentales que nos permiten planificar, enfocar la atención, recordar instrucciones y controlar los impulsos. Son consideradas habilidades básicas para la vida ya que son cruciales para el aprendizaje, el desarrollo y la capacidad de tomar decisiones saludables. Cuando los niños tienen oportunidades de desarrollar funciones ejecutivas y habilidades de autorregulación, los individuos y la sociedad experimentan beneficios de por vida.


3. Reducir las fuentes de estrés de los niños y las familias:

No todo estrés es malo, pero el estrés persistente que sufren muchos niños y familias en nuestra sociedad puede causar problemas duraderos importantes en el desarrollo los niños y sus familiares. Tales como discriminación, pobreza extrema, situaciones de violencia social o intrafamiliar, padres que manifiestan abuso de sustancias y enfermedades mentales. Reducir la acumulación de posibles fuentes de estrés protegerá a los niños de estos efectos del estrés tóxico.


Si eres padre o madre te invito a a tomar en cuenta estos factores durante todo el desarrollo de tu hijo o hija y a buscar ayuda de profesionales que te apoyen, si sientes que lo necesitas.


Si eres educador o educadora te invito a aplicar estos principios en el salón de clases y a apoyar a las familias de tus estudiantes y referirlos a un profesional si sienten que necesitan ayuda o si están pasando por un momento de mucho estrés.

Si eres profesional de la salud mental te invito a estimular y promover estos principios, fortaleciendo las habilidades que necesitan los niños y las familias para crear un entorno estable y de apoyo.


A todos, los invito a reflexionar:

¿Qué están haciendo las políticas, los sistemas y las prácticas laborales para apoyar estos principios?

¿Que barreras previenen abordarlos de manera más efectiva? ¿Qué se puede hacer para abordarlos mejor?


Referencias:

Center on the Developing Child at Harvard University (2017). Three Principles to Improve Outcomes for Children and Families. http://www.developingchild.harvard.edu


Escrito por Laura Acra




Estudié psicología mención clínica en UNIBE. Santo Domingo. Continué mis estudios en

Valencia, España, en donde realicé una maestría en psicología y psicopatología perinatal e infantil. Actualmente imparto terapia en un centro de desarrollo y psicología infantil y laboro en un colegio privado de Santo Domingo como psicóloga de primaria. Mi enfoque terapéutico está basado en promover en el niño un desarrollo sano, ofreciendo estrategias que se adapten a las necesidades específicas de cada niño y su entorno, y en promover también el vínculo, la conexión y las interacciones entre el niño, sus cuidadores y el ambiente que le rodea. 






 


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